El corazón de Metrópolis se hizo más grande

La versión más extendida de la obra de Fritz Lang se proyectó en la UNC, musicalizada por el trío Mudos por Celuloide.

En el año 2008, en el Museo de Cine de Buenos Aires, se halló una pieza arqueológica del cine: la versión más extendida del filme mudo Metrópolis, dirigida por el alemán Fritz Lang hace ochenta años. Y el miércoles pasado, en la Ciudad Universitaria, Córdoba tuvo la oportunidad de ver su proyección en el patiecito del Pabellón Argentina.

En ésta versión, de 140 minutos, fueron encontradas nuevas tomas y restauradas en forma digital. La presentación estuvo a cargo de la directora del museo, Paula Félix-Didier.

La musicalización corrió por cuenta del trío Mudos por Celuloide, integrado por Marcelo Katz (piano), Eliana Liuni (aerófonos) y Demian Luaces (violín). Agudos salientes de teclas que se combinaban con la armonía de las máquinas, una irónica campanita para un enorme campanario, voces grabadas para emanar respiros y desesperaciones, son algunas estratégias lúdicas en donde, como bien dijo el pianista en la presentación, la película permite el uso de una música clásica y a la vez moderna.

Metrópolis fue estrenada en 1927, durante la corriente expresionista en Alemania. Por diferencias políticas, el director Fritz Lang decidió seguir su carrera en Estados Unidos, mientras que su esposa y guionista de la película, Thea von Harbou, optó por quedarse en su país. Desde entonces, Lang se dedicó al género noir y el de aventuras. El argumento de la película consiste en una ciudad futurista, en donde los obreros viven debajo de la tierra y ponen en funcionamiento el centro moderno mediante la activación permanente de las máquinas. La moraje esplícita de cierre es el famoso «El corazón debe ser el intermediario entre el cerebro y las manos». Metrópolis fue la película favorita de Adolf Hiltler y Freddy Mercury.

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