Transcribiremos a continuación fragmentos escritos por el músico y dibujante local, guionado para un informe del programa televisivo El Avispero, sobre el evento organizado por José Palazzo, un «rockero y agradecido» del delasotismo.
Marcos Luc. Foto: Vos
El Cosquín Rock reabrió la discusión de todos los años: las bandas de Córdoba tienen que pagar para tocar. Esto ocurre específicamente en el Pre-Cosquín, donde la pre-venta de entradas es un requisito excluyente para participar. Las cifras superan los 500 pesos por banda. A la polémica de este año (2011), se añade un nuevo ingrediente: se agregó un espacio para bandas de Córdoba, donde había que pagar 300 pesos para tocar.
Los detalles son variados: hay tercerizaciones, conflictos y sutilezas, que tienden a enturbiar la discusión. El hecho concreto es que las bandas locales pagan en un festival hecho en casa y apoyado por el Gobierno de Córdoba con el dinero de los cordobeses.
Pero la situación no se agota en esos tres días de febrero. Ocurre durante todo el año, en diferentes formas. La profesión de músico es de por si difícil. Si además no cobramos, y encima tenemos que pagar para tocar, la situación es ya insostenible. Toda actividad desarrollada en la provincia debe beneficiar al mercado y a la cultura local. En este festival de la montaña, y en otros, hay trabajo para los de seguridad, para quienes cortan entradas, para los técnicos de sonido y luces, los choripaneros, los cuida-coches… Y está bien. Pero para los músicos…no.
En el Cosquín Rock, en el Orfeo, en el Estadio Córdoba (hoy Estadio Kempes), y en tantos eventos que se organizan con el apoyo y el dinero del gobierno de los cordobeses no hay lugar para los músicos de Córdoba. Los artistas cordobeses sufren además algunos perjuicios sintetizados todos en: “En Córdoba no hay talento. En Buenos Aires, sí”.
Resumiendo: el Cosquín Rock es un festival de Buenos Aires hecho en las sierras de Córdoba, que son tan lindas y el aire es así. Tan puro.
Blog de Lea Ross... bueno, es lo que hay 