Masivo respaldo a Hernán Vaca Narvaja

El viernes al mediodía, el CISPREN y demás periodistas estuvieron frente a Tribunales I para apoyar al director de la Revista El Sur y repudiar la condena dictada por la justicia de Río Cuarto. Reproducimos el comunicado leído en el acto.

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Foto: Gentileza Diario Puntual.

Comunicado de repudio al fallo de la justicia de Río Cuarto contra el periodista Hernán Vaca Narvaja.

En estos últimos días, desde que se conoció el insólito fallo de los Tribunales de Río Cuarto contra el periodista y compañero Hernán Vaca Narvaja, condenándolo a pagar poco más de medio millón de pesos a la familia Macarrón por su cobertura del llamado caso Dalmasso, se han escuchado muchas voces y decenas de opiniones.
La mayoría de ellas ha repudiado lo que consideramos no sólo una injusticia, sino un ataque directo a la libertad de prensa. En ninguna línea de su fallo, la jueza Rita Freire de Barbero menciona que Vaca Narvaja hubiese publicado información falsa o errónea, o que lo hiciera en forma maliciosa. Sin embargo, ese fallo significará la quiebra de la revista El Sur, que dirige el colega, y con ello el silenciamiento de un medio de prensa de más de 15 años de trayectoria.
No hay más que leerlo para darse cuenta de que la sentencia no busca justicia, sino el castigo del colega demandado, y con esto envía un claro, sonoro mensaje de escarmiento para todos los periodistas. De aquí en más, quien informe o investigue sobre cualquier tema, puede ser demandado y condenado a perderlo todo: desde su trabajo hasta su casa.
Y eso con el agravante de que nos está pasando aquí, en la única provincia del país en la que su gobernador, José Manuel De la Sota, de un día para el otro dictó un decreto para “proteger la libertad de prensa”. Algo que ya está asentado en la Constitución de la Nación Argentina, pero que De la Sota, por lo visto, consideraba insuficiente.
En su momento, ese decreto nos pareció absurdo, superabundante.
Ahora nos parece una tomadura de pelo. ¿O será que tal vez abría el paraguas, poco antes de que se conociera lo que hoy nos convoca y repudiamos?
Y lo que repudiamos es que se condene a un periodista por hacer su trabajo. Hoy le tocó a Hernán Vaca Narvaja. Mañana podemos ser cualquiera de nosotros. Que nadie cometa el error de sentirse a salvo: cuando un fallo como este quede en firme, todos estaremos en peligro.
Todos hoy estamos en peligro.
Hernán Vaca Narvaja es un hombre que ha tenido una vida para nada fácil. Es un sobreviviente de los años más terribles de la historia de la Argentina. Exiliado desde los siete años, ya de grande podría haberse dedicado a una profesión que le diera dinero y tranquilidad. Pero eligió ser periodista. Y como periodista siguió involucrándose, luchando por la construcción de una sociedad más justa. La sociedad que soñó su padre, la que intentó construir su abuelo. Una por la que luchó toda una generación que fue diezmada.
Desde su trinchera, Hernán -como muchos de los que todos los días tratamos de honrar este oficio- intenta sacar a luz lo que no quiere mostrarse: los entramados de injusticias y corrupciones en las distintas capas del poder político y económico.
Pero está claro que en el feudo de De la Sota, un periodista que dirige una publicación como El Sur, cuyas denuncias han dejado al descubierto mes a mes a los poderosos y sus círculos áulicos, es un periodista más que molesto.
Cuando la familia que lo demandó lo eligió para querellarlo, no optó por ningún otro de las decenas de medios que actuaron con dudosa ética en el seguimiento del caso Dalmasso. No. No se trataba de eso. Le apuntaron a un periodista que hizo y hace exactamente lo que debe hacer un periodista: investigar y «molestar», según han enseñado desde siempre los grandes maestros de este oficio como Rodolfo Walsh, Ryszard Kapuscinski o el propio Horacio Verbitsky. Y Hernán Vaca Narvaja lo ha hecho. Y lo hace semana a semana con solidez profesional, con argumentos.
Lo que ha sucedido, compañeros, es tan absurdo como peligroso para todos los periodistas: se ha condenado al mensajero. En un caso emblemático por su impunidad, en el que nada se resolvió a siete años del crimen, y en el cual el o los asesinos todavía están sueltos. En un caso plagado de irregularidades de todo tipo desde su instrucción hasta una más que oscura investigación, tal parece que sí hubo una justicia rápida y eficaz para sentenciar y condenar, pero… ¡a un periodista!
Colegas, compañeros, esto no le ha ocurrido sólo a Hernán Vaca Narvaja. Nos ha ocurrido a todos. Y en ése convencimiento tenemos que actuar y acompañarlo.
Por todo esto, nosotros decimos NO, No a la censura, no a la condena, y manifestamos nuestro apoyo y solidaridad con el periodista Hernán Vaca Narvaja.
Córdoba, viernes 9 de agosto de 2013.-

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