Elecciones 2013: Sintonía desafinada

280

Por Lea Ross (@LeandroRoss).

Algunos se sorprendieron cuando dije que para estas elecciones iba a votar por Dante Rossi, en las internas de la UCR. Me preguntaron si no tire a la basura mi voto, a sabiendas que Oscar Aguad arrasaría con todo. Y la verdad es que ninguno de los candidatos que se anunciaron ayer por la noche ganaron una banca. Todos hablamos como si las elecciones ya terminaron y ya hay ganadores y perdedores. Que hay perdedores, los hay. Pero que haya candidatos que ganaron ¿qué? Ganaron los votos de una elección que no otorga bancas. En algún sentido, la mayoría de los votantes tiró sus votos a la basura. Peor aún: los chicos de 16-17 años de edad, en su mayoría, debutaron tirando sus votos a la basura.

Es difícil hacer un análisis de los resultados, a sabiendas que de acá hasta octubre todo puede cambiar.  No hay que olvidar que la brecha entre Elecciones PASOS y Elecciones Reales de 2011, llevó a que Cristina Fernández obtuviera más votos, pero a la vez retrocedió a un casillero a Alfonsín y Duhalde, transformando a Binner como segunda fuerza nacional.

Lo que se puede decir es que el establishment quedó reforzado en Córdoba. Con el acaparamiento del 51% de los votos, los aparatos del PJ y la UCR son los líderes del pueblo cordobés. Volvió el bi-partidismo.

Con Luis Juez destrozado, a menos que se levante de acá a dos meses, la tercera alternativa quedó desconfigurada en otro bi-partidismo en ligas menores, e importado desde Buenos Aires: kirchnerismo vs. macrismo. La gran sorpresa unánime fue la victoria del árbitro frente a la rectora. Por lo menos el primero sabe que su rol de político ha recibido menos puteadas que en la cancha.

Mención aparte merece el crecimiento del Frente de Izquierda. Pero también el imperdonable alejamiento del Nuevo MAS, que quedó proscripto al no llegar al 1,5%. Y para peor: si se sumaran los pequeños votos del MAS con los que cosechó el FIT, hubieran superado a Olga Riutort. Y, por ende, por cálculo D´Hont, hubiesen tenido una base electoral para conseguir una banca. Las internas del trotskismo comechingon tendrían que plantearse sobre ello.

Pero lo que es innegable es la fuerte “derechización” en Córdoba, en plena época cacerolera. Conforman unas tres cuartas partes del electorado, frente al resto de las organizaciones progresistas o de izquierda (FPV, FIT, FPCS y MAS).

Esto llevaría a plantearse ciertas cuestiones relacionadas con el rol que jugará el kirchnerimso cordobés para 2015. Los que integran la lista (Carolina Scotto, Martin Gill y referentes de organizaciones sociales) se encuentran a la derecha de sus suplentes (Eduardo Accastello, Carmen Nebreda). Sin embargo, a la hora de disputarle el escenario electoral contra Unión PRO, se corre la alternativa de que el Frente para la Victoria tenga que hacer sintonía desafinada a la derecha y jugar de frente con alguien nac and pop, pero de raíces delasotistas.

El Frente Progresista mucho más todavía, si quiere plantarse como una fortaleza dura contra el peronismo más recalcitrante y el radicalismo amiguete de la D2. El hecho de plantearse si hacer o no sintonía desafinada a la derecha, queda amarrada en una encrucijada. Si lo hace, quedaría condenada a fracturarse y despedirse de todos sus aliados de izquierda.

Habrá que esperar octubre. La encuesta más creíble ya fue hecha.

Deja un comentario